No siempre se tienen impresiones tan fuertes y tan certeras como las que nos causó el
11-M. A veces pienso que somos víctimas del terrorismo, a veces pienso que es autojustificarse el pensar así. He de confesar que la intensidad de la hipnosis generada por el atentado del 11-M ha variado en distintos momentos, modulada por los acontecimientos, tristemente:
Una fecha que comenzó a marcar nuevos tiempos y virulencia informativa, fue el
7 de julio de 2005, fecha del atentado islamista de Londres (
allí si hubieron suicidas).
En diciembre de 2005, el gran siniestro
Rubalcaba se prestaba a las negociaciones sobre el Estatuto de Cataluña, el 30 de marzo se aprobaba el Estatuto de Cataluña, y el 18 de junio se sometía a referéndum. Aquí fueron meses de dura batalla por la libertad.
La plataforma Peones Negros se daba a conocer en la calle en la manifestación de la AVT del 10 de junio. Sobre el 6 de julio de 2006, el juez
Del Olmo cerraba la
investigación sobre el 11M, un año después del atentado de Londres. En Barcelona, los Peones Negros salían a la calle el 11 de septiembre de 2006. En diciembre
ETA volvía a matar en Barajas.
El 31 de octubre de 2007 el juez
Bermúdez dictaba
sentencia.
Del 11 de marzo de 2004 hasta la consulta electoral del 9 de marzo de 2008 -manchada por la
sangre derramada por ETA-,
cuatro años de absoluta anarquía impulsada por el Gobierno de España.Pero lo peor estaba por llegar tras la
derrota electoral del PP.
El mismo 9 de marzo
me preguntaba por el cambio de rumbo impuesto por Mariano Rajoy en el Partido Popular respecto al 11-M. Más tarde hemos presenciado
estupefactos la salida de escena de Zaplana y de Acebes, la salida del PP de Ortega Lara, el desprecio a
María San Gil...
¿Son también víctimas del 11-M? ...al menos, son protagonistas de una
crisis.
La falta de coherencia en esta
crisis abierta, se puso de manifiesto como soberbia guinda roja, en el
juicio por injurias contra Federico Jimenez Losantos.
Desde aquí todo nuestro apoyo al periodista. El Sr. Ruiz Gallardón alias 'Ambiciones', ha cometido un error cuyas consecuencias se tendrán que valorar adecuadamente en el futuro, hoy se puede hacer politica-ficción.
Todo parece como si los atentados del 11-M, se hayan convertido en una
gaviota negra que acompaña al PP en el tiempo y siempre con resultados negativos: Por el 11-M se perdieron las elecciones del 14 de marzo de 2004; quizás por no batallar lo suficiente en este asunto, se hayan perdido las del 9-M; y seguro, que tras la quiebra moral producida por la
querella obtusa y egoista de Gallardón contra Losantos, se perderán no pocas encuestas electorales.
El título '
Ambiciones' lo resume todo. Gallardon ha puesto a su persona por encima de los principios de libertad de expresión e información; por encima de los pocos medios que han apoyado al PP; por encima de los intereses de su partido al buscar enemigos donde no los hay; por encima de las Víctimas que siguen dando su apoyo a FJL; por encima de los votantes de su partido que además comparten opinión con FJL.; ha puesto en un brete a los dirigentes del PP que han tenido que declarar en el juicio... Pero lo más grave, es que con su empecinada estrategia, aporta su
'impagable' colaboración en la destrucción de la España que, en la última legislatura, millones de españoles han defendido 'en la calle'. Siempre hemos dicho que el 11-M se perpetró para cambiar el rumbo político de España, ahora hay que concluir que además, cuatro años después, el 11-M ha provocado que se sienten las bases, para que la defensa de la nación española, quede anulada por
descohesión ideológica del principal partido de la derecha nacional, hoy, en la oposición.
El
Partido Popular, que va a llegar al
congreso de Junio en unas condiciones deplorables, no ha sabido, o no ha querido, aceptar el resultado electoral del 9-M como un reto que llevase a consolidar sus posiciones ideológicas. Por contra, parece que se aparta definitivamente de algunos de sus principios. Con la polvareda que se está levantando, esto le costará un buen número de votos que serán muy difíciles de recuperar. Una vez eliminada parte de la argamasa que unía todas las sensibilidades de los votantes del PP, los ladrillos del edificio están quedando sueltos, y acabarán desprendiéndose.
Esta irresponsabilidad, o falta de cálculo político llevará al PSOE al poder por muchos años. Puestos en esta tesitura,
cabe preguntarse:
¿Están los dirigentes del PP dispuestos a sacrificar sus 'poltronas' por la España de los españoles?
Con la rendición y el abandono de la ambición por gobernar ¿Pesan más los personalismos que la idea de una alternativa de gobierno fuerte y cohesionada?
¿No será que en la anterior legislatura, el PP de hoy, anduvo en parte a remolque de los movimientos sociales, y ocultó sus verdaderas tendencias?
¿Acaso los votantes del PP, en el pasado, hemos sustituido realidades por anhelos, buscando la quimera del pensamiento crítico y recto?.
Yo ya tengo algunas respuestas y no me gustan
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