27 mayo 2006

EL NUEVO ESTATUTO DE CATALUÑA: Más poder para los políticos, menos libertad para los ciudadanos.


      




En el aula Magna de la Facultad de Derecho de la Universidad de Barcelona se celebró el pasado día 25 el acto de presentación de la Fundación para la Defensa de la Nación Española, también como repulsa al nuevo estatuto para Cataluña.

Presentó Angel Escolano, coordinador de ULD a Francisco Caja, Santiago Abascal, y Alejo Vidal-Quadras.

Angel Escolano:

Subrayó que el nuevo estatuto cercena la autonomía universitaria y aludió al artículo 172 del mismo.

Denunció el asalto que sufrió la sede de ULD por parte de independentistas catalanes.

Francisco Caja:

Realizó un impecable discurso con el que acuñó la idea de la Objeción de Conciencia Nacional.

El nuevo estatuto es "radicalmente antidemocrático". Subrayó la perversión ideológica de la heredad de privilegios para los catalanes y que el nuevo estatuto sustituirá la democracia por la "partitocracia".



Santiago Abascal:

Como máximo responsables de DENAES puso énfasis en la Nación Española.

Las políticas del PSOE antidemocráticas, antiliberales, anticonstitucionales y antinacionales, convertirán a España en un superestructura.

El nuevo estatuto "pretende extirpar la dualidad español/catalán" de los catalanes.

Denunció que los traidores a España se han sumado a los que quieren dividirla poniendo a los estatutos de autonomía como moneda de cambio.



Alejo Vidal-Quadras:

"Vivimos en unos momentos de grave crisis nacional". Hizo un llamamiento al PP para que pase de la labor "opositora" a la "movilización". Para AVQ, "las reglas del juego han cambiado" y si se sigue como hasta ahora la derrota está asegurada.

Aludiendo al pacto nacional de 1978 y al apoyo mayoritario que obtuvo de la sociedad española, resaltó que está siendo destruido a espaldas de los españoles. Pidió la confección de un "proyecto nacional". El "mimetismo del resto de las comunidades autónomas" es peligroso es letal en tanto que ayudará al proceso de destrucción de España.

Vaticinó que tras la aprobación del estatuto de Cataluña, ETA jugará sus bazas más fuertes en la hoja de ruta trazada por el PSOE-ETA.




25 mayo 2006

Gotzone Mora con inn: desde la izquierda, NO al Estatuto




Ayer asistimos al acto de toma de posición de "Iniciativa No Nacionalista" frente al Estatut. Un tiempo muy bien empleado dada la gran carga ideológica, informativa y porqué no emocional que se desbordó en la sala del Hotel Plaza de Barcelona.

En esta ocasión no disponemos de la grabación correspondiente, prometemos conseguirla y ofrecerla en este mismo post en sustitución de este párrafo. Causas ajenas a nuestra voluntad nos han impedido ofrecerles en primicia tan importante discurso.

El Acto fué presentado por Antonio Robles que asumió el papel de moderador dejando al resto de ponentes la responsabilidad de electrizar al auditorio: Antoni Roig, Albert Roig, Carmen Leal, Rafael Avila, Manuel Aguilellla, y Javier Toledano, expusieron el argumentario de "inn", de tal forma que arrancaron los aplausos del público en numerosas ocasiones. ¡ Qué tendrá este estatuto que su crítica es capaz de hacerse siempre de forma novedosa, sin aburrir, y siempre despertando las emociones más sinceras !.

El Plato fuerte fué Gotzone Mora, una mujer excepcional, valiente, respetuosa con la verdad, nada convencional. Yo destacaría de entre sus palabras su compromiso por ofrecer a las generaciones futuras una sociedad más justa y libre, el anhelo de vertebración de la sociedad de los ciudadanos libres, y la necesidad de unidad de todas las fuerzas políticas no nacionalistas.

El "libertad, Libertad" se coreó, ¡ Cómo no !. En el turno de preguntas, en un auditorio de centro-izquierda, un simpatizante del PP allí confeso, propició el asentimiento más rotundo del público. Acompañaron a "inn" una representación de la mayor parte de las asociaciones que repudian el estatuto como norma política de organización y convivencia, el PPC oficial, ausente ... todos hemos quedado en vernos el jueves en el acto de presentación de la DENAES de Santiago Abascal.







NOTA: No os perdáis la página de Agit-Prop y didácticos de INN.

20 mayo 2006

COMUNICADO DE ULD ANTE EL ASALTO DE SU SEDE POR PARTE DE INDEPENDENTISTAS




UNIVERSITARIOS LIBERAL DEMÓCRATAS (ULD), ASOCIACIÓN UNIVERSITARIA NO NACIONALISTA, DENUNCIA QUE EN LA NOCHE DEL 18 DE MAYO SU LOCAL FUE ASALTADO Y DESTROZADO POR GRUPOS RADICALES INDEPENDENTISTAS.

ULD denuncia que su sede en la Universidad Pompeu Fabra fue asaltada anoche por grupos radicales nacionalistas. Éstos reventaron la puerta del despacho, rompiéndola (foto adjunta) y entraron en el despacho, donde rompieron los ordenadores, objetos de oficina y robaron parte de los archivos de la organización, tras volcar y destrozar los archivos.

Denuncian así mismo que se han realizado pintadas contra la asociación, como “Fora feixistas de la UPF”, realizada en la pared del despacho, o en lugares del exterior de la Universidad.

Así mismo, todos los ficheros informáticos han sido destrozados. Los daños producidos son bastante costosos. Se han producido otros destrozos en la Universidad. Adjuntamos fotografía de todos los daños.

ULD denuncia que este acoso al que se ve sometida en la Universidad no es nuevo, y que en la UPF, pese a ser una de las Asociaciones más representativas (tuvo el 20 por ciento de los votos de los representantes de estudiantes en el Claustro en toda la UPF y es la fuerza mayoritaria de derecho, con 6 de los 8 representantes, así mismo, es la Asociación más votada de Ciencias Políticas de la UB y cuenta con el 16 por ciento de los votos de derecho de esta universidad, estando implantada también en la UPC, donde presenta ahora candidaturas) se le somete a un acoso constante, por ser la única asociación que defiende los valores constitucionales, el bilingüismo en las aulas y ahora el No al Estatuto. ULD está harta de que sus actos sean sistemáticamente reventados por grupos de estas características.

ULD ya ha sido víctima de boicots, como el que se produció en la Conferencia Sobre el Bilingüismo el año pasado (foto adjunta), que no se pudo realizar porque grupos independentistas intentaron agredir al ponente y se pasaron todo el rato vociferando y amenazando con banderas independentistas.

ULD exige de todas las Asociaciones Universitarias y de a los órganos de goierno de la UPF una condena explícita y que se tomen medidas para combatir estas actuaciones vandálicas y antidemocráticas. Considera totalmente antidemocráticos estos ataques.

ULD condena estas actuaciones de terrorismo universitario y espera que la violencia deje de ser utilizada con fines políticos.

10 mayo 2006

Ciudadanos de Cataluña en Madrid - Discurso de Arcadi Espada en el Teatro Reina Victoria de Madrid




Queridos amigos, buenas tardes, y gracias por haber venido. Y gracias especiales a Rosa, Jon y Fernando, amigos y referentes. Y gracias Verónica Puertollano, nuestra ciudadana en Madrid.     

Una de las múltiples sorpresas de la historia de Ciutadans de Catalunya ha sido con cuanta urgencia y cordialidad ustedes y muchos otros como ustedes nos han animado a hacer de nuestro proyecto algo más que un proyecto catalán. Lo han hecho en Bilbao, en Sevilla, en Valencia, en La Coruña y en Madrid. Tenían razón al animarnos. Las razones por las que Ciutadans parece que va a ser un instrumento útil en Cataluña son visibles en otros lugares de España. Y lo son cada vez más. En primer lugar, por la acción replicante del nacionalismo en esta carrera hacia la más absoluta falta de sentido en que parecen comprometidos los políticos españoles. Parecía, en efecto, y por poner un ejemplo reciente en términos de literatura política, que era imposible superar el grado asintáctico, anacrónico, y sobre todo anabolizante, del preámbulo del Estatuto catalán. Ha sido superado, y con pena lo digo, quiá! soy un patriota y me gusta encabezar la tabla, por el Estatuto de Andalucía. La reforma del Estado y de cada una de sus partes, no es un problema andaluz, catalán o vasco, sino un problema, un grave problema español.

Hay otra razón. La sutura. Los dos últimos años marcan el período más irritado de las relaciones entre españoles (quiero decir entre catalanes, vascos, gallegos, extremeños, andaluces) que hayamos visto hasta donde alcanza nuestra vista. Pienso, en este sentido, que hay que hacer una distinción importante decisiva, no totalmente retórica. Está basada en la necesidad de asumir el conflicto, e incluso un cierto grado de desencuentro entre Cataluña y España, o entre otras regiones españolas. Pretender que la acción combinada de la geografía y la historia pueda desaparecer como por ensalmo me parece una hermosa insensatez, especialmente cuando a esa acción se le añade la obra de dios, que vigila y que, como se sabe, es nacionalista. Pero hay un límite. Y podría decirse sin forzar demasiado la metáfora, que el límite se sobrepasa cuando en lugar de las entidades más o menos míticas, o más o menos burocráticas el sujeto de enfrentamiento son los ciudadanos. Es decir, no Cataluña y España, esos conceptos, incluso esas instituciones, sino los catalanes y los madrileños, o los murcianos, o los extremeños.

Creo que esto es lo que ahora está pasando.

Tengo la suerte de viajar bastante por España. Permítanme la impresión subjetiva, de viajero. Nunca había visto un rechazo semejante a lo catalán y a los catalanes. Yo había sido ya testigo del paso de la admiración a la indiferencia. Es decir del paso de las primeras horas de la transición, cuando todo lo catalán parecía modélico, atractivo y seductor, a los plomizos años pujolistas, cuando la mediocre cantinela catalana sumía en el más profundo sopor a las multitudes y a los individuos.

Pero el rechazo es nuevo. Nuevo, absurdo y peligroso.

A mi juicio, restablecer la confianza y la complicidad entre españoles debería ser una tarea prioritaria en estos momentos para cualquier partido político. También aquí Ciutadans tiene mucho que hacer. En primer lugar, por la extrema e irresponsable pasividad de los otros. Los dos partidos mayoritarios cifran precisamente toda su esperanza electoral en el arrinconamiento del otro, y en su humillación. La alienación de la clase política española es tan grande y grave que, sinceramente, yo creo que ha olvidado que detrás o debajo de unas siglas hay electores, que incluso pueden ser calificados, con buena voluntad, de personas. Personas a las que se ha renunciado a seducir o convencer y a las que sólo se pretende destruir como si fueran, precisamente, siglas. Permítanme que cite en este sentido el último párrafo de un lúcido, muy lúcido artículo, que ha escrito hoy Carlos Martínez Gorriarán en el diario Basta Ya. El artículo se titula: “Necesitamos un nuevo partido político”. Y después de una exposición brillante, clara y razonada, acaba “Si en el PSOE es urgente un liderazgo que tenga principios y proyectos claros además de pragmatismo y astucia, en el PP urge un afinador de pianos que elimine las disonancias y estrépitos dañinos que destrozan el concierto. Pero ambos arreglos parecen remotos. El problema es este: los partidos pueden esperar lo que haga falta a democratizarse y a tomarse en serio la realidad, o no hacerlo nunca, pero la sociedad de los ciudadanos no tiene tiempo. Por tanto, y contra todo pronóstico, quizás sea más realista y sensato apoyar la creación de un nuevo partido político, algo sin duda costoso y difícil, que esperar la mejora de los existentes, quizás un imposible.”

Ciutadans tiene mucho que hacer. Modesta pero firmemente. Nuestro proyecto ha sido recibido con gran cordialidad. Una cordialidad transversal en la propia Cataluña Pero también en Bilbao, Zaragoza, Sevilla o Valencia. Es decir en cualquier lugar de nuestra nación de ciudadanos. Y, por supuesto, también en esa nación digital, nuestra nación acaso más verdadera. Quizá alguno de ustedes conozca la importancia que ha tenido Internet en la formación y expansión de nuestro proyecto. Y cómo los foros creados en la página de Ciutadans han roto las tradicionales taifas en que suele desarrollarse el discurso político español. Es todo un ejemplo de esa labor de sutura y una metáfora de lo que ha de ser un nuevo proyecto político. En Internet, en efecto, no hay derechos históricos ni balanzas fiscales: sólo hay ciudadanos. Esa sutura de todos modos ha de partir de una misión propia, que cada uno de nosotros hemos de realizar ante el nacionalismo.

Es frecuente que en uno u otro foro se nos pregunte por nuestra idea de España. Cada vez que escucho eso, por cierto, pienso qué mal vamos. España no es una idea. Es una acción. Es un Estado de Derecho. Es un pacto constitucional que ha dado a sus habitantes los que probablemente sean los mejores años de su historia. Si existe el nacionalismo español, es éste, y ninguna otra fantasmagoría polvorienta. España es un plebiscito diario, a la manera de Renan y el republicanismo. Pero España, sobre todo, es una acción diversa. Una de las calamidades intelectuales de nuestro tiempo es cómo los nacionalismos se han apoderado del concepto de la diversidad. Porque, paradójicamente, la gran víctima de la hegemonía del nacionalismo, es la diversidad. La garantía de la diversidad catalana, vasca, andaluza, gallega, valenciana, es España.

Y debo decirles que esa diversidad está disminuyendo. Los ciudadanos españoles sufren un paulatino achique de espacios. Un achique político, cultural y moral. El ámbito de decisión en asuntos trascendentales para la vida de los ciudadanos se ha reducido. El aliento de la corrupción, el despotismo y la arbitrariedad, del muermo y la mediocridad intelectuales, se hace sentir cada vez más en esta nueva versión del caciquismo, que los Estatutos en trance de elaboración no hacen más que legitimar. Es el caciquismo que en la radio televisión pública catalana obliga a traducir al catalán los sms que lleguen escritos en castellano y que vayan a mostrarse en pantalla. O el caciquismo que ahoga la veta creadora de artistas extraordinarios como Albert Boadella. Un artista que continúa siéndolo, en términos puramente materiales, porque España aún existe. España como mercado y España como trama de afectos. Que por cierto es lo mismo, como bien han descubierto los empresarios catalanes.

Lamento decepcionar a los muy apasionados pero defendemos los lazos entre españoles no por el derecho histórico a saborear los gusanos del Cid. Ni tampoco por el obsceno y fascista “Amor a Cataluña”, por el sadismo de gozar a la díscola, a lo Giménez-Caballero. Ni siquiera por una sentimentalidad basada en la memoria, en los libros, en las canciones y en las historias transmitidas. De esa privacidad española podríamos disfrutar en la ciudad de Otawa, pongamos, votando, pongamos, por Michael Ignatieff.

Si defendemos esos lazos y nos preocupa el debilitamiento español es porque nos hace renunciar a algo que poseíamos por el azar de la Geografía y de la Historia, y que es algo mucho más dialéctico, tenso, diverso, estimulante y creativo que los sermones de la parroquia. Y desde el punto de vista de la protección de los derechos ciudadanos algo indiscutiblemente más eficaz. Quizá se vea más claro con un ejemplo elevado: un catalán al que limitan su posibilidad de ser español es como un español al que limitaran su posibilidad de ser europeo. Una pérdida injustificable. Un pésimo negocio ciudadano.

España respecto a los nacionalismos, comprendidos los oximorónicos y ornitorrínticos nacionalismos democráticos, es una vigilancia… democrática. Una garantía de ventilación e higiene. No hay que darles más vueltas: si Cataluña aspiraba a ser la locomotora de España, su regeneración y el cepillado de su caspa hoy se han invertido las tornas. Ante el prodigiosos y wagneriano espectáculo de la degeneración de la cultura política catalana y vasca, la influencia creciente de España, de los ciudadanos españoles es la más sólida y favorable posibilidad de regeneración.

Por eso hemos venido aquí, y por eso nos hemos explicado ante ustedes, y por eso les animamos a que participen en un proyecto común.

Y ahora me permitirán que firmemente, aunque sin énfasis. Con frialdad y en caja baja. Seco, sinecdótico y sin música les diga viva españa.

Gracias, amigos

Presentación de Ciutadans en Madrid, 9 de mayo de 2006