Llevamos varios días acompañando a Universitarios Liberal Demócratas y Convivencia Cívica Catalana en la recogida de firmas que avalarán la iniciativa legislativa popular en favor del Bilingüismo escolar y la enseñanza en lengua materna.
Ayer fue un día dificil, acudimos al Estadio Olímpico con las mesas petitorias y alguno de los allí destacados casi sale en camilla. Parece ser que todo empezó con la emboscada que tendieron unos hinchas del Barça a unos seguidores del Español, cuando los primeros llegaron al Estadio, la hinchada más violenta del Español estaba esperándolos, la batalla campal estaba servida. En el centro del huracán una mesa de la ILP; lo pasaron fatal. Yo andaba en las colas de las entradas solicitando firmas cuando vimos que una escuadra de Policías Autonómicos se dirigía a la carrera hacia donde estaban los compañeros, pensamos en lo peor. Afortunadamente todos estaban bien; no percibí lo mismo en un grupo de energúmenos que portaban camisetas del Barça y que estaban arrinconados por la Policía, estaban enfurecidos por la manta de palos que habían recibido, los rostros hinchados y enrojecidos por los golpes y la ira. Tanto los seguidores del Barça como los del Español intentaron reiniciar el intercambio de mamporros y mobiliario, pero la Policía lo impidió, fueron unos minutos de muy tenso forcejeo; y la mesa de la ILP en el centro del huracán. Amainó cuando las fuerzas del orden se llevaron a los del Barça, debían ser viejos conocidos pues lo hicieron propinándoles una muy nutrida sesión con sus vergajos -Verga del toro, que después de cortada, seca y retorcida, se usa como látigo- o lo que sea que usen ahora.
Hay que decir en favor de la Policía Autonómica que en un momento dado, formaron un cordón de seguridad dentro del cual dejaron la mesa ILP a salvo de males mayores. Gracias por su exquisito comportamiento.
La violencia no solo puede encontrarse en los campos de fútbol, también la hemos podido ver en no pocos catalanes de a pie de apariencia normal.
En el proceso de recogida de firmas, hemos podido palpar el sentir de las gentes de Cataluña. Es una buena experiencia ya que permite analizar la verdadera opinión de la calle, y no la que los políticos desean hacernos ver con obscena ansiedad.
Podríamos agrupar las respuestas obtenidas en cuatro grupos, casi coinciden con la tipología social de los encuestados, a saber:
Los primeros suelen ser extranjeros que ciertamente tienen la experiencia de otros países y que ofrecen su firma sin pensarlo. Aquí se han de incluir a los hispanos.
La clase media ilustrada de origen "español" no precisa de excesivas explicaciones para apoyar la ILP, excepto los que manifiestan miedo -muchos- a dejar su DNI y dirección-por imperativo legal-. También la clase media ilustrada catalana está en estos grupos.
Por último el "catalán cerrado", que no ve más allá de su nariz, carente de argumentos, sectario e intolerante. Estos son una inmensa minoría, un grupúsculo.
Y esta es la cuestión, al igual que el grupúsculo de seguidores del Barça propiciaron un grave altercado, un grupúsculo de políticos encabezados por el PSOE, están llevando a España a una situación insostenible. Este pensamiento me acompañaba ayer cuando la adrenalina todavía no se había diluido. Aunque moralmente no es aceptable, sentí una agradable simpatía por los hinchas del Español que jaleaban -véase D.R.A.E.- y porqué no decirlo, nos protegían.
La violencia no solo puede encontrarse en los campos de fútbol, también la hemos podido ver en no pocos catalanes de a pie de apariencia normal.
En el proceso de recogida de firmas, hemos podido palpar el sentir de las gentes de Cataluña. Es una buena experiencia ya que permite analizar la verdadera opinión de la calle, y no la que los políticos desean hacernos ver con obscena ansiedad.
Podríamos agrupar las respuestas obtenidas en cuatro grupos, casi coinciden con la tipología social de los encuestados, a saber:
- Los que quedan estupefactos por la aberración de la política lingüística en Cataluña.
- Los que aceptan firmar la iniciativa
- Los que tienen miedo.
- Los que aceptan la política lingüística de la Generalitat sin ninguna reserva.
Los primeros suelen ser extranjeros que ciertamente tienen la experiencia de otros países y que ofrecen su firma sin pensarlo. Aquí se han de incluir a los hispanos.
La clase media ilustrada de origen "español" no precisa de excesivas explicaciones para apoyar la ILP, excepto los que manifiestan miedo -muchos- a dejar su DNI y dirección-por imperativo legal-. También la clase media ilustrada catalana está en estos grupos.
Por último el "catalán cerrado", que no ve más allá de su nariz, carente de argumentos, sectario e intolerante. Estos son una inmensa minoría, un grupúsculo.
Y esta es la cuestión, al igual que el grupúsculo de seguidores del Barça propiciaron un grave altercado, un grupúsculo de políticos encabezados por el PSOE, están llevando a España a una situación insostenible. Este pensamiento me acompañaba ayer cuando la adrenalina todavía no se había diluido. Aunque moralmente no es aceptable, sentí una agradable simpatía por los hinchas del Español que jaleaban -véase D.R.A.E.- y porqué no decirlo, nos protegían.
Seguiremos con la recogida de firmas.
2 comentarios:
Un aplauso para todos los valientes que defienden lo que no tendría ni que discutirse.
Gracias de corazón.
Mi apoyo a la libertad vuestra hoy, que será la mía de mañana.
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